Nuestro fuego nunca se apagó. Hoy abrimos nuevamente nuestras puertas con nuevos y amplios espacios, el mundo dulce de Astrid, y una carta que viaja en el tiempo hacia un mismo destino: el amor por la cocina peruana.
Los platos de siempre y nuestras nuevas creaciones. Queremos ser parte de tu mesa y convertirla en un auténtico espacio de felicidad. Quédense en casa: esta vez nos tocará ir a nosotros, y lo haremos con el cariño y la seguridad que ello implica.
Nuestro equipo de sumilleres ha recogido más de 250 referencias de todo el mundo para nuestra casa. Juntos, realizan recomendaciones personalizadas y una propuesta de maridaje para nuestro menú degustación.